"Estoy a la puerta y llamo" Reciclaje 2012

"Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguien oye mi voz y abre la puerta, entrare en su casa; comere con el y el conmigo" (Ap 3,20)

 

Con gozo y alegría nos encontramos en la Casa Madre, en la fuente de nuestra Congregación, donde hemos sido invitadas e interpeladas a abrir nuestra puerta a Dios, a Emilie y a los hermanos.

 

Llegar a la Casa Madre ha sido para nosotras:

Momento de gracia, de paz, de acogida desde la sencillez.

Vinculo que nos une como familia azul a pesar de las diferencias de cultura y lengua.

Por lo que brota de nuestro corazón, una gran acción de gracias y el deseo de juntas colocarnos en camino como hermanas azules para construir comunidades y testimoniar la fraternidad en la diversidad de dones y servicios.

Es un alto en nuestras vidas, pedimos su oración para que vivamos este reciclage como tiempo de gracia.

Comenzando el camino

Hemos vivido un momento muy fuerte a través de una hermosa celebración que comenzó en la entrada principal, la hermana Colette Marie nos abrió la puerta con la misma llave que usó Emilie y Nuria dio a cada una una llave donde nos invitaba a abrir nuestra puerta (corazón) al Señor, lo pedimos a los pies de la Virgen en la capilla. Otro momento lleno de emoción, fue el tiempo pasado en la enfermería, reviviendo los últimos días de la vida de Emilie.

He aquí algunos sentimientos que queremos compartir con ustedes: de alegría, gozo de pertenecer a esta cadena de una larga historia, de agradecimiento de ser acogidas por la Buena Madre, sentir su presencia en medio de nosotras y sentir también una gran paz, sobre todo interior.

La celebración ha terminado en el jardín, alrededor de la tumba de Emilie, damos gracias a Dios por la oportunidad de beber en la fuente para una nueva etapa de vida.

 

¿Cómo defines tu espiritualidad?

Comenzamos el día abriendo la puerta de la espiritualidad, la hermana Lucia nos propuso contemplando nuestro nombre en una estrella definir nuestra propia espiritualidad.

Espiritualidad: es un camino, una actividad y un comportamiento humano que encuentra su centralidad en la vida…

Vimos una película, (Radio) que nos ayudó a reflexionar sobre una espiritualidad humana y encarnada, después de la película nos reunimos por lenguas para compartir nuestra reflexión personal y relacionar la espiritualidad de Emilie con algunas actitudes de los personajes de la película.

 

Historia, sueños, decisiones, vocación, misión…


La vida de la Congregación ayer, su historia, nos invita a continuar el mismo caminar de Emilie, su carisma.

Eso constatamos al visitar hoy los archivos de la Casa Madre, viendo las fotos de las diferentes superioras generales, la vida de tantas hermanas que se entregaron, el caminar de las diferentes provincias, las obras, lo que ha tenido que morir, para dar paso a la vida.

La sala de los recuerdos, otra realidad que expresa el espíritu de la Congregacion, viva en las diferentes culturas y realidades de cada país.


Contemplamos, como espacio sagrado, los objetos personales de Emilie y símbolos tan queridos para nosotras, como la olla de la sopa y la campana.


“Padre, es por Dios que te dejo, quiero servir a los pobres”


En Hauterive, en la mesa de piedra y con esta frase reflexionamos como un sueño, una decisión, puede cambiar una vida, y la decisión de Emilie, su sueño, su deseo cambio la vida de todas nosotras.

En Gaix, hicimos el camino de la amistad, constatando que los vínculos, la amistad es camino para construir, para crecer, para vivenciar momentos de gracia y avanzar en el proyecto de nuestra vida.

Y en este mismo espíritu de amistad, que vamos tejiendo en este encuentro, merendamos con nuestras hermanas de la comunidad de Lautrec, muchas gracias por su acogida tan cariñosa.

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Bebiendo del pozo de Emilie

 

"He aquí que estoy a la puerta y llamo. Si alguien oye mi voz y abre la puerta, cenaré con él y él conmigo". (Ap.3,20)

Es con mucho gozo que nos encontramos en la Casa Madre, en la fuente de nuestra congregación; donde estamos invitadas e interpeladas a abrir la puerta de nuestro corazón a Dios, a Emilie, y a los hermanos.

Llegar a la Casa Madre ha sido para nosotras un momento de gracia, de paz, de acogida desde los más pequeños detalles. Es un vínculo que nos une como familia azul, a pesar de las diferencias de cultura y lengua.

De nuestro corazón brota un canto de acción de gracias y un deseo de ponernos juntas en camino como hermanas azules para construir comunidades y dar testimonio de fraternidad en la diversidad de dones y servicios.

Fuimos acogidas con gran vitalidad por parte de las hermanas de la Casa Madre, que a pesar de la edad, mantienen vivas nuestras raíces y se ponen a nuestra disposición para darnos la oportunidad de beber de la misma fuente.

Nuestra gratitud hacia estas valientes misioneras que no se dejan hundir por el tiempo y siguen luchando para mantener vivo el espíritu de Emilie.

 

La gran invitación: ABRIR PUERTAS...

La hermana Colette Marie, con la llave que usaba ya Emilie para abrir la puerta de la entrada principal de la Casa Madre, nos da paso para ir abriendo nuevas puertas.

Fue muy significativo poder tocar la llave que utiliz Emilie para abrir la puerta, para acoger a tantas personas que pasaron por allí. Puerta por la que pasaron tantas misioneras en su envío o acogida al regresar a la Casa Madre y también muchos pobres. Siempre fue y siempre será la PUERTA DE LA VIDA.

Nuria en su sabiduría, nos invita a abrir nuevas puertas y de forma personalizada, nos entrega una llave y nos envía diciendo: Jesús está a la puerta y llama: en tus manos está el poder de decisión.... entrégale la llave de tu corazón, quiere entrar en tu casa y cenar contigo y tu alegría no tendrá fin, pues el hará maravillas en ti y contigo.

Se nos invitó a abrir otras puertas significativas. La primera fue la de la Capilla donde cada una encendió una vela e hicimos un camino de luz hasta el relicario. Y pedimos a María Inmaculada que mantenga nuestras luces encendidas.

La segunda puerta fue la de la enfermería, donde tuvimos la oportunidad de revivir, hacer memoria de los últimos momentos de la vida de Emilie. Como momento sagrado cada una pudo tocar la cruz de Emilie como espacio de intimidad con ella.    

Seguimos con nuestras luces encendidas en procesión hasta la tumba de Emilie donde rezamos, reflexionamos y renovamos nuestra fe en la vida y afirmamos también nuestra fe en la resurrección y nuestra convicción de que fue aquí de donde surgió el vino nuevo de nuestra Espiritualidad y que después de 176 años sigue enriqueciendo a la Iglesia, a cada hermana de la congregación y hoy, a los laicos y hermanos azules que forman parte de esta gran Familia Azul.

Concluimos nuestra celebración con una oración especial para cada una de nuestras Provincias.

 

La historia es la memoria, que revela toda identidad

“Quítate las sandalias, que el lugar que pisas es santo”.

Es con esta actitud que vamos visitando aquellos lugares tan significativos que son nuestra historia, nuestra identidad…

Eso constatamos al visitar hoy los archivos de la Casa Madre, viendo las fotos de las diferentes superioras generales, la vida de tantas hermanas que se entregaron, el caminar de las diferentes provincias, las obras, lo que ha tenido que morir, para dar paso a la vida.

La sala de los recuerdos, otra realidad que expresa el espíritu de la Congregación, viva en las diferentes culturas y realidades de cada país.

Contemplamos, como espacio sagrado, los objetos personales de Emilie y símbolos tan queridos para nosotras, como la olla de la sopa y la campana.

“Padre, es por Dios que te dejo, quiero servir a los pobres”

En Hauterive, en la mesa de piedra y con esta frase reflexionamos como un sueño, una decisión, puede cambiar una vida, y la decisión de Emilie, su sueño, su deseo cambió la vida de todas nosotras.

En Gaix, hicimos el camino de la amistad, constatando que los vínculos, la amistad es camino para construir, para crecer, para vivenciar momentos de gracia y avanzar en el proyecto de nuestra vida.

En la Iglesia de la Platé, recordamos la entrega de Emilie, agradecimos por su SI, y también por el sí de cada una. Hicimos memoria que detrás de cada decisión, opción, pronto llegan las pruebas y dificultades, y pedimos a Emilie nos dé su claridad, fuerza, fe y audacia, para enfrentar con valentía las dificultades de la vida cotidiana.

La esquina del encuentro

Fue frente al hospital de Castres donde nos contaron la historia, el encuentro de Emilie y Françoise, donde bastaron las miradas para comprender, para sintonizar, para entender los caminos de Dios…

Poner manos a la obra

Y llegamos a la Rue Tolosane, recordando esa primera obra, ese taller donde circulaba la vida, donde se luchaba por hacer la vida más digna, donde se tejía la vida, y donde pedimos a Emilie por nuestros lugares de misión, por lo que nace y lo que tiene que morir.

Visitamos Toulouse donde fue bautizada Emilie, allí rezamos y reflexionamos con Mt 4, 18-22, donde también nosotras renovamos nuestro compromiso bautismal con gran deseo de seguir siendo mujeres entusiastas, generadoras de vida como Emilie. Bajo el cuadro de Francisco Javier, recordamos el envío misionero de Emilie, y pusimos bajo su protección nuestras misiones de frontera.

Después fuimos a Pibrac a visitar la casa de santa Germaine, rezamos bajo la escalera donde entregó su alma a Dios. Su recuerdo vive en todas partes, nos emocionamos al rememorar su vida de sacrificio y austeridad.

Nuria nos invitó a rezar y a nombrar las clases de cóleras que tenemos actualmente en la sociedad y en el mundo: la violencia, maltrato, alcoholismo, drogadicción, desempleo…

Albi es otro lugar que nos impresionó bastante, pisamos la Catedral, verdadera obra de arte.

Y para cerrar con broche de oro, realizamos nuestro último viaje a Lourdes, pusimos a los pies de María esta etapa vivida en Francia, encontramos en este santuario mariano un lugar de encuentro, de oración, de servicio, de silencio, todo es invitación a contemplar a María, y al mismo tiempo volver la mirada al que sufre, pidiendo a la Madre que atienda las dolencias de su pueblo.

 

La espirtualidad nos da vida

“Mujeres centradas en Solo Dios” es uno de los temas propuestos a nuestra reflexión. Como mujeres consagradas somos aquellas que creen en el Dios de la vida, que viven para Dios y que celebran la presencia del Dios de la vida en todas las cosas. Estar centrada en Sólo Dios, es creer en el Dios de la Vida como Jesús. Es por esto que debemos preguntarnos, ¿qué debemos hacer para parecernos al Dios de la Vida? la respuesta pertenece a cada una según su experiencia de Dios, pero también a través de la misión, la comunidad. Esto implica una renovación incesante en el Señor, como quiere Emilie. De esta manera sólo Dios podrá ser el centro de nuestra existencia.

 

Otro tiempo fuerte que nos ha marcado, es el tema de la “Voluntad de Dios”. Nuria con un lenguaje sencillo y comprensivo, nos ha ayudado a entrar en la dinámica de la voluntad de Dios. Como Jesús que no ha dejado de actuar y vivir por Dios en estos términos: “Mi alimento es hacer la voluntad de Dios”, nos sentimos interpeladas en nuestra manera de percibir lo que Dios espera de nosotras. Para Emilie el cumplimiento de la voluntad de Dios fue el motivo  de su vida, y es la invitación que nos hace hoy: “Me alimentaré de la voluntad de Dios, buscándole y encontrándole en todas parte, en la salud y en el sufrimiento, en el descanso y en el trabajo…”

 

« Nos hacen falta sobre todo luces para penetrarnos bien del espíritu de nuestro Divino Salvador e imprimirlo en el corazón de todas mis hijas.” Con estas palabras de Emilie entramos en el tema de Jesús Salvador. Su profundización nos ha permitido encontrar pistas para orientar nuestra acción y ayudarnos a imitar la vida de nuestro Divino Salvador. Siguiendo a Jesús y a Emilie, estamos llamadas a hacer nuestra la dinámica del amor misericordioso del Maestro de la Vida. Con ellos, curar a los enfermos de nuestro tiempo, con los medios a nuestro alcance. ¡Que Jesús Salvador nos dé la gracia de cumplir lo que espera de nosotras!

 

Encuentros fraternos

Un espacio privilegiado fue la visita a nuestras hermanas de Lautrec, Saint Jaques y la Residencia de hermanas mayores, y las dos comunidades de Lourdes, donde siempre fuimos recibidas con gran alegría. Fue un encuentro intergeneracional, donde se respiraba esperanza, vitalidad. Escuchamos con respeto y admiración su compartir, su camino misionero, palabras llenas de entusiasmo y pasión Azul, y que hoy, en la medida de lo posible continua siendo realizado en las diversas actividades, en las casas y fuera de ellas, de manera que continúan testimoniando la alegría de vivir.

 

ULTIMOS MOMENTOS EN CASTRES

Como conclusion de nuestra estancia en la Casa Madre tuvimos un momento de fraternidad con la comunidad donde juntas, celebramos lo vivenciado y compartido durante nuestra estancia. Un espacio donde cada una pudo compartir algo de su vida y mision. Nos emociono el testimonio de vida de nuestras valientes hermanas. Algunas han sido misioneras en Africa.

Tuvimos asi la oportunidad de agradecer su carino y dedicacion en los mas pequenos detalles para que nos sintieramos como en nuestra casa.

Percibimos que ellas VIVEN lo que Emilie nos recomendó:

“No importa estar aquí o allá, lo que importa es hacer la voluntad de Dios”.

Por eso estamos agradecidas a cada una por ese testimonio de vida, fraternidad y acogida.

¡Nuestra Familia Azul está viva!

RECICLAJE : Y ahora en Roma

Preguntando se llega a Roma

 

De la Casa Madre, llegamos a la Casa Generalicia, donde todas las hermanas nos esperaban con mucha alegría. En la sala encontramos una nueva puerta y con Jesús, la gran invitación a abrir otras puertas, este es el camino, de esta manera iniciamos una nueva etapa.
Comenzando esta segunda etapa del reciclaje en la ciudad eterna, tomamos el autobús que nos llevaría a la Catedral de San Juan de Letrán. Nos ubicamos frente a la muralla para contemplar la entrada a Roma, con sus grandes torreones.
Desde lejos visualizamos a San Francisco de Asís, patrono de Roma, que con los brazos abiertos nos acoge.
La plaza de San Juan, plaza de todos los pueblos, donde cada año se reúnen de todos los rincones de la tierra, para celebrar juntos la Eucaristía internacional, compartiendo la cultura, el arte, las comidas típicas.

En la fachada de la catedral se encuentra situada una hermosa imagen de Jesús Salvador, símbolo que acompaña y anima el caminar del pueblo en sus luchas por la vida.

Es aquí donde está la “Puerta Santa”, con una bellísima imagen de María con Jesús niño en brazos, con una postura que invita a la acogida, a la confianza. Esta puerta sólo se abre cada 25 años. Como la iglesia es tan grande en el interior se observan cinco naves, adornadas todas de manera magistral.
En el centro, en el baldaquín, se hallan reliquias de Pedro y Pablo, y el altar donde Pedro, en las catacumbas celebraba “la fracción del pan”.
La mirada se asombra volteando a los cuatro puntos cardinales, el piso adornado con bellos mosaicos, el techo lujosamente empastado en oro, y a derecha e izquierda las imponentes imágenes en mármol de los apóstoles.
Agradecimos a Dios por esta belleza, frente al sagrario se encuentra una réplica de la basílica.
Después pasamos a conocer la “escalera Santa”, una traición muy antigua cuenta que Santa Elena, madre del emperador Constantino, mandó traerla de Jerusalén, pues según la tradición, por ahí pasó Jesús en su camino al calvario. La gente sube la escalera de rodillas, como signo de que se acompaña a Jesús. Todas las que quisieron pudieron hacerlo también.
Después de este paseo mañanero por Roma, regresamos a casa para una rica comida fraterna. Por la tarde conocimos la casa y visitamos a la Comunidad de Cana.

Historia de la Congregación

Al inicio de este encuentro cada una se presenta con ayuda de una pelota de lana. Este gesto que significa los lazos que nos unen es también una invitación a tejer relaciones de fraternidad entre los miembros de una familia o comunidad.

El tema del primer día tiene como título: La vida religiosa del punto de vista de la historia. Veremos las características que ha tenido según las épocas.

A)    De los orígenes al siglo XVI: Nacimiento de la vida religiosa con San Antonio, como prolongación del martirio, puesto que estamos al final de las persecuciones y surge como alternativa a dar la vida por Cristo. Se vivió como separación del mundo.

B)    A partir del siglo XVI hasta el Concilio: La distancia con el mundo es más interior que exterior, nacieron varias formas de vida apostólica como la Compañía de Jesús, pero es en el siglo XIX cuando surgen muchas Congregaciones de Vida Apostólica.

C)   Vaticano II ha puesto el acento a la universalidad, todos llamados a la santidad (cf. LG V) y la vida religiosa no es superior a las demás y como todas las comunidades cristianas, participa en la lucha por la justicia y la paz, al servicio de la construcción del Reino en un mundo esperanzador.

D)   Hoy... ¿cómo vivir un estilo de vida significante?. En occidente sobre todo, la indiferencia religiosa se va extendiendo. Poner la fe cristiana en el centro de su vida parece “fuera de tiempo”. Como respuesta la Iglesia Católica habla de “Nueva Evangelización”. La fe cristiana y en particular la vida religiosa proponen otro estilo de vida. Sin duda que la vida religiosa tiene que vivir una auténtica “crítica” del mundo y presentar un estilo de vida significante e inspirador para hoy.

Nos presenta también algunos desafíos que la vida Religiosa debe afrontar hoy:

A nivel social, debe aportar:

  • La acogida de las personas aisladas o que viven en la soledad o personas en dificultad.
  • El respeto del otro en su diferencia, luchar contra la desigualdad entre los hombres.

 A nivel económico:  

  • Debe dar ejemplo en lo referente a las inversiones bancarias, banco ético y debe recordar la importancia del compartir y la solidaridad.

 A nivel de bioética:

  • Debe comprometerse por la defensa de la vida bajo todas sus formas.

 En relación con la cultura y las nuevas tecnologías:

  • Debe utilizarlas para anunciar la Buena Noticia.

 

Después trabajamos en grupo con las preguntas siguientes: la vida religiosa un modo de vida significante e inspirador hoy: ¿cómo lo vivimos? ¿Qué es lo que nos cuestiona?

Por la tarde reflexionamos sobre «la fraternidad, el amor y la justicia» desde el texto de Caïn y Abel (Gen 4, 1-6).

 

Es importante que nos volvamos hacia la Biblia, ya que nos ayuda a releer nuestra vida. La Biblia es como la relectura, por escrito, de la experiencia espiritual del pueblo de Dios. Nos interpela y nos ayuda a vivir nuestra vida.

La fraternidad está en el centro de la vida religiosa, es lo que necesita nuestro mundo. De ahí la importancia de dar buen testimonio de ella.

En este texto, Caín se muestra el centro del mundo y por envidia, no llega a relacionarse con su hermano. El antídoto de la envidia, del orgullo es la alabanza. Esto vale también en nuestras relaciones fraternas.

Esta fraternidad entre los hombres pasa por la justicia y el amor. Nos lo recuerda el Papa en su encíclica « Caritas in Veritate » donde pide que articulemos la fraternidad y la justicia. El amor se basa en la abundancia y la gratuidad.

La película « De hombres y de dioses » que relata la vivencia de los monjes del monasterio de Thibérine y el discernimiento que hacen en este momento difícil, puso punto final a este día.

 

Entregar la vida por el Reino

 

En este segundo día, reflexionamos sobre lo que significa el Reino, recordando que está en el centro de la Buena Noticia de Jesús, y al cual hace referencia infinidad de veces. Leímos algunas parábolas en las cuales Jesús explica a que se parece el Reino pero nunca da una definición exacta de lo que es, aunque se reconoce por los signos.

Como segundo punto de reflexión, y haciendo hincapié en nuestra Congregación, nos cuestionamos sobre cómo podemos ser signos del Reino: por nuestra presencia, por los votos, por nuestra misión, por nuestra vida comunitaria.

¿qué hacemos hoy que sea significante y semilla del Reino? ¿El Reino es el horizonte de nuestros compromisos solidarios sobre todo con los más pobres?

Tuvimos tiempos personales y grupales para rezar estos cuestionamientos, además se nos invitó a presentar por provincia esas semillas del Reino presentes ya. Los ejemplos y testimonios fueron esperanzadores, la vida, la Resurrección, va acompañando nuestra misión.

Nosotras fuimos invitadas a responder: ¿Qué significa como hermana azul, entregar la vida por el Reino?, les compartimos esta pregunta…

 

La Vida Religiosa : Un camino de humanización, hoy

      “Los votos ponen el acento sobre la atención dada al prójimo (castidad), sobre un estilo de vida sobrio y despojado (pobreza) y sobre un amor respetuoso que cree en la fuerza del encuentro con el otro (obediencia).” (Jacques Haers, vivre les voeux aux Frontieres, Lessius, 2006. p.25)

En este tercer dia la Hna. Geneviève trabajó con nosotras sobre el camino de humanización de la vida religiosa con el texto de Juan 10, 7-10: “He venido para que tengan vida y vida em abundancia”.

Este pasaje bíblico nos invita a llevar una vida humanizada, o sea, que el proyecto de Dios es para todos los seres humanos y no es diferente en la vida religiosa.

Nos da pistas para humanizar la vida a través de los votos.

 

Obediencia

Creer en la fuerza del encuentro con el otro es una manera de hablar y de entender la obediencia. Hizo resaltar la gran importancia de la escucha del Espíritu Santo que está en mi y en los demás, de las mediaciones, de la comunidad y de los acontecimientos. Para poder vivir la obediencia es imprescindible el discernimiento. La obediencia supone confianza, ofrecer su confianza al otro en la perspectiva del Reino de Dios. Supone una gran libertad interior, nos hace disponibles para la misión.

 

Pobreza

La pobreza es algo complejo para vivir y comprender porque posee muchas dimensiones: una interior y otra concreta, personal y comunitaria, y también apostólica… nuestra pobreza en el sentido de fragilidad personal, vulnerabilidad. Estamos llamadas a vivir nuestras pobrezas de manera evangélica. La pobreza nos invita a tomar conciencia de que la Creación es un don para todos, lo que nos compromete a una solidaridad con los pobres. La puesta en común de nuestros bienes puede llevarnos a una riqueza de la comunidad en cuanto a tal, debemos cuestionarnos sobre cómo utilizamos los recursos que tenemos.

En la 2ª carta a los Corintios 8,9, leemos: “Jesús se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza”.

Tiene relación con el voto de pobreza lo que Emilie nos dice sobre la importancia de la humildad, la sencillez y la fe en la Providencia.

 

Castidad

¿Cómo vivimos nuestras relaciones, nuestra afectividad, emotividad, todo lo que nos toca?

La castidad nos recuerda que la relación a Dios es central. Nuestras Constituciones empiezan por “Mujeres centradas en Solo Dios”, nos anima con un pensamiento muy pertinente y real: “los demás son apoyos para nosotras en la medida en que Sólo Dios es nuestro apoyo”, Dios es el fundamento de nuestra vida. El voto de castidad nos enseña lo que es la verdadera libertad. Ser libre en relación a nuestras angustias, envidias, deseos de ser valoradas, sentimientos de inseguridad.. y de juicios sobre los demás. Nos invita a vivir encuentros de calidad, que suponen una cierta madurez afectiva.

 

La vida comunitaria es una escuela de verdad, de caridad y de humanidad. La fraternidad entre nosotras no es un ideal sino un don de Dios que tenemos que hacer fructificar. ¡Las personas idealistas son peligrosas en comunidad!.

La vida religiosa está llamada a vivir el hoy de Dios, saber que Dios espera cada mañana y nos invita a esperar con paciencia y esperanza.

La vida religiosa es un camino para ser humano hoy, para estar en el mundo sin ser del mundo, al servicio de la relación de amor de Dios con el mundo.

 

Visita a la Catedral de Roma y a la Basílica de San Pedro

Comenzando esta segunda etapa del reciclaje en la ciudad eterna, tomamos el autobús que nos lleva a la Catedral de San Juan de Letrán. Desde lejos visualizamos a San Francisco de Asís, patrono de Roma, que con los brazos abiertos nos acoge.

La plaza de San Juan, plaza de todos los pueblos, donde cada año se reúnen de todos los rincones de la tierra, para celebrar juntos la Eucaristía internacional, compartiendo la cultura, el arte, las comidas típicas.

En la fachada de la catedral se encuentra situada una hermosa imagen de Jesús Salvador, símbolo que acompaña y anima el caminar del pueblo en sus luchas por la vida.

Es aquí donde está la “Puerta Santa”, con una bellísima imagen de María con Jesús niño en brazos, con una postura que invita a la acogida, a la confianza. Esta puerta sólo se abre cada 25 años. Como la iglesia es tan grande en el interior se observan cinco naves, adornadas todas de manera magistral.

En el centro, en el baldaquín, se hallan reliquias de Pedro y Pablo, y el altar donde Pedro, en las catacumbas celebraba “la fracción del pan”.

Agradecimos a Dios por esta belleza, frente al sagrario se encuentra una réplica de la basílica.

Después pasamos a conocer la “Escalera Santa”, una tradición muy antigua cuenta que Santa Elena, madre del emperador Constantino, mandó traerla de Jerusalén, pues según la tradición, por ahí pasó Jesús en su camino al calvario. La gente sube la escalera de rodillas, como signo de que se acompaña a Jesús. Todas las que quisieron pudieron hacerlo también.

 

« … Tu eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia… »

Memoria y prospectiva

¿Qué acontecimiento vivido en la Congregación os ha marcado? Es con esta pregunta, con este hacer memoria que hemos empezado nuestro trabajo sobre la historia de la Congregación. La historia, no sólo es algo del pasado que hay que conocer sino que es el presente, nuestro presente. Y nosotras formamos parte de esta historia…

Herederas de la historia del pasado, miramos a la Congregación a partir del Concilio Vaticano II. Escrutando las relecturas que las Provincias han hecho sobre el camino recorrido hemos valorizado lo que hace nuestro hoy. ¡Cuántos pasos dados en 60 años!

 

Hacer memoria de nuestro presente y mirar nuestro pasado para apostar por el futuro... En esta tercera etapa de nuestro trabajo, guiadas por Susana, hemos puesto en común nuestros sueños para seguir escribiendo nuestra historia azul. Sueños de cara al mundo de hoy con sus nuevas realidades, sus nuevas pobrezas pero siempre con el mismo espíritu de Emilie. La fuerza y la riqueza de nuestra Congregación es la de ajustarse constantemente, con mas o menos sufrimiento, a las llamadas de nuestro mundo. Nos toca a nosotras hoy continuar esta actualización para seguir fieles al carisma de Emilie...

Después de tres días intensos de reflexión sobre la vida religiosa, marcamos una pausa. Fuimos a visitar la Basílica de San Pedro. Pisar los lugares de la cristiandad ha sido una gracia, marcamos este tiempo con momentos de oración y recogimiento. Esta peregrinación nos ha hecho sentir la expresión de la fe à través de las diversas representaciones y símbolos. Lo que nos ha impresionado mucho es la grandeza y la calidad de los edificios. Vemos también la vitalidad de la fe expresada según las culturas y los países. Incluso si la fe parece perder el valor que tenía antes, vemos que hay esperanza. Lo que atrae nuestra atención es la presencia católica de Asia y Europa del Este que se manifiesta aun en medio de otras presencias que no son católicas ni siquiera cristianas.

Hoy podemos decir que la Palabra de Dios está viva. Ha puesto bases sólidas que han sostenido y siguen guiando a su Iglesia. ¡Ojala podamos ser piedras vivas que sirvan a la construcción de la iglesia para responder a las necesidades de nuestro mundo!