Réflexions sobre Emilie

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Emilie: Presencia compañera, que es por un lado albergue y por el otro invitación

de Susana RamosProvincia Argentina Uruguay  - 2 Octobre 2015


En esta víspera  de la fiesta de Emilie, y primera vez después de que el Papa Francisco la proclamara Santa, vienen sucediéndose un sin número de gestos y compromiso que ponen de manifiesto la actualidad de sus intuiciones, la trascendencia de su inspiración y la potencia creadora de su compromiso.

 

Hoy mujeres y varones, niños y jóvenes acogemos, admiramos y recreamos ese don que la animó, y en un camino compartido seguimos encarnando un espíritu que nos atrae y nos impulsa, como un doble movimiento vital que provoca y produce.


Para quienes nos sentimos su familia Ella con su mensaje y sus prácticas, con sus convicciones y sus búsquedas, continua siendo esa presencia compañera, que es por un lado albergue y por el otro invitación. Quienes la hemos encontrado sabemos que tenemos que escuchar clamores y sueños; detenernos para pensar, meditar y disponernos para  salir al encuentro de quien viene y de lo que viene... Como quien ha experimentado la confianza y permanece abierto/a al porvenir, cual mirada esperanzadora ypro-activa del diario aprender a ser,  hacer y convivir.


Para quienes nos asumimos como su familia Ella misma se encarga de ampliar los espacios, no reconoce fronteras divisorias, sabe que las fronteras están para ser atravesadas, "más allá de los mares" para encontrar otros pueblos, y más allá de los límites para que nadie quede afuera.  Y es que al ritmo de los vientos somos todo el tiempo empujados y empujadas  a encontrarnos con otros y otras en la calidez de un abrazo, en el intercambio de quehaceres y pensares de los que nacen vínculos de afecto, iniciativas comunes y proyectos con horizontes inclusivos.


Cuando el texto del evangelista Lucas hace referencia a las mujeres de la Pascua dice una expresión que también le cabe en singular a Emilie: -algunas mujeres de entre las nuestras nos han inquietado- (Lc 24,22), a mi esas mujeres que van a perfumar una sepultura me han maravillado, hay en el gesto un plus de confianza, de amor y compromiso que las distingue y las salva del temor paralizante, de la autoreferencialidad, y del ámbito de entrecasa para ponerlas en el espacio público del anuncio de la buena noticia de la resurrección, es decir esa experiencia de creer más allá de todas la muerte... El modo de estar de Emilie la hace ser de esas Mujeres que a uno la maravillan, porque aún quitándole el costado viejo que tiene todo texto de madiados del Siglo XIX, Ella, Emilie de Villeneuve habla con tanta claridad y vigencia que el que quiera entender que entienda…


Entonces el fin último de nuestra vocación son cositas que todos y todas podemos encarnar y disfrutar:

Amor a los pobres –Pasión por el prójimo,

Porque eso es lo que Dios quiere, y es eso lo que nos va haciendo santos y santas al andar.

Gracias Emilie por recordarnos con simplicidad lo que hoy celebramos de tu vida compartida y siempre presente.


de Susana RamosProvincia Argentina Uruguay  - 2 Octobre 2015