Testimonio de un voluntario

José sirviendo en el restaurante de peregrinos
José sirviendo en el restaurante de peregrinos

TESTIMONIO DE JOSÉ, voluntarioo en la Cité Saint Pierre.

Tuve la alegría de acoger a José como voluntario, por vez primera en 2009. “La Cité” acoge por vocación a toda persona en dificultad, ya sea económica, social o física. Quisimos ofrecer a José una oportunidad al ponerle al servicio de más pobres que él y al final nos confió lo que van a descubrir en el testimonio que recogió un responsable de la Cité Saint Pierre;

Un eslogan de Càritas (Secours Catholique) es: te necesito.

Monseñor Rodhain, su Fundador tenía la idea de que el dar a cada uno una oportunidad de ser reconocido, de ser útil, es permitir a la persona de existir, sentirse amada y, por el hecho mismo, vivir al día el Evangelio.  

            Soeur Marie Sabine

 

15.12.2011

 

José se presenta siempre sonriendo cuando acoge a los peregrinos en el restaurante de la Cité Saint Pierre. Sufre no obstante de una enfermedad renal que le obliga a una diálisis tres veces por semana.

Cualquier ser humano, sea cual fuere su fragilidad, puede poner sus talentos al servicio de los demás. José ilustra esta convicción con dignidad.

 

Nació en 1956 en el Congo-Kinshasa, recibió una formación en la restauración. Trabajó de cocinero y de camarero, primero en África y, a partir de 1989, en Francia, en donde tiene ya el carnet de residente. Enfermo de diabetes, José sufre de una insuficiencia renal que le impide seguir trabajando. En Paris, en donde reside, ha intentado solicitar el ser reconocido como trabajador minusválido y se lo han negado debido a las exigencias de su enfermedad.

“Solo puedo trabajar dos horas cada media jornada. Ningún empresario ha aceptado emplearme en esas condiciones”.

La Seguridad Social se hace cargo al 100% de su enfermedad, José sueña en seguir sirviendo en la restauración.

 

SERVIR A PESAR DE LA ENFERMEDAD.

Recibe adulto el bautismo, se va a Lourdes como peregrino, en 1995 y le atienden en el Centro de diálisis de Saint Jean Baptiste. El director me ha hablado de la Cité Saint Pierre. Me ha dicho que un voluntariado adaptado a mi salud sería algo posible allí. Me dieron ganas de intentar la aventura. Vine por primera vez en 2009 para tres semanas. Desde entonces, vuelvo todos los años”.

 

Cuando se le acoge en Lourdes, José pasa tres mañanas por semana en el centro, para sus diálisis. El resto del tiempo vive en la Cité Saint Pierre con los otros voluntarios. A medio día y por la noche se une al equipo de restauración, en el cual su disponibilidad, su sonrisa y su experiencia obran maravillas. “Hubiera podido trabajar como maître d’hôtel”, dice Andrée con entusiasmo, voluntaria ella también, se maravilla del cuidado que aporta José en la instalación y decorado de las mesas.

 

PODEROSO ESTIMULANTE

Los peregrinos aprecian la acogida de José, sobre todo los que vienen de Paris y de los países africanos. Hablamos fácilmente y les encanta ser servidos por una persona que conoce su región de origen. Esta tarde, una peregrina de la Costa de Marfil ha venido a darme las gracias por el servicio que ofrece nuestro equipo de restauración”.

Se podría pensar que ese voluntariado agota a José, debido a su enfermedad, pero el servir a los demás constituye un poderoso estimulante para él.

“Cuando estoy en la Cité me encuentro mucho mejor. La relación con los peregrinos y los voluntarios me da fuerzas. Tengo la impresión de encontrar de nuevo mi trabajo anterior de camarero.”

De regreso a Paris, José comparte su experiencia de Lourdes con los médicos y enfermeras que le cuidan en diálisis.

“En los periodos en que me encuentro peor, me dicen bromeando: ¡necesita volver a ver a Bernardita en Lourdes! Se han dado cuenta de que esa experiencia de voluntariado me procura gran mejoría”

                                                                                                       

 Jean François Courtille