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Hoy empezamos el día en Haití. Desde la galería oímos el sonido del LAMBI que para la cultura haitiana es el instrumento que sirve para convocar a algo importante. Nosotras estamos convocadas a un momento de encuentro con Dios.

 

Una pintura nos presenta unas mujeres que danzan, dejando la oscuridad, la noche. Mujeres sorprendidas por el amanecer, en movimiento alrededor del fuego. Mujeres con una fuerza de libertad interior, de torsos desnudos.

 

Haciendo la comparación con las mujeres de la Pascua sorprendidas también al amanecer llegamos a la lectura de la Palabra de Dios en Marcos 16, 1-15. Nos llega la invitación a ir al encuentro del otro y dialogar sobre cuales son los nuevos amaneceres para nosotras, para nuestra Misión, para la Congregación.

 

En un primer momento, en la sala,Irene Tessarollo, secretaria general nos presenta la Congregación en datos  estadísticos por medio de gráficos. Número de hermanas, nacionalidades, edad... 

 

Al 31 de diciembre de 2012 éramos 558 hermanas repartidas en 18 países, 10 provincias, 121 comunidades.

 

La comunidad de hermanos Misioneros de la Inmaculada Concepción de Castres está formada de 5 hermanos.

 

Enseguida el Equipo General nos presenta su evaluación y vida de la Congregación. Nuria al empezar nos dice: “Nos hemos detenido para mirar a la Congregación como Mujeres andantes inmersas en una gran trama de relaciones, situaciones y acontecimientos.

No dejamos de lado las dificultades, los obstáculos, oscuridades y tensiones que nos toca atravesar y que son constitutivas de la realidad con toda su densidad y complejidad, pero nos hemos propuesta contar nuestra visión desde la potencia y sinergias, las posibilidades y construcciones, los pasos que hemos dado y los pasajes que aun esperan…”

 

La facilitadora invita a reunirse por Provincias y recoger tres interpelaciones a partir de las evaluaciones de las Provincias y del Equipo General.

 

Después de un momento de escucha atenta de cada Provincia, reunidas de nuevo por Continente reflexionamos sobre lo que nos interpela, nos toca…

 

Terminamos el día con la Eucaristía animada por Haití, haciendo resaltar la procesión del Ofertorio con símbolos significativos del pueblo haitiano. Como cada día recibimos también el regalito de Haití.