Nosotros/as postulantes: Savia, Sonia, María Nela y Feliciano, Nos  reunimos con las hermanas Susana y Marluce para mirar, compartir y  evaluar nuestra experiencia de formación en Bolivia.

Aprovechando la oportunidad que nos ofrece la congregación para crecer en nuestra proceso personal como personas humanas, integras y maduras a través de la relación de género, varones y mujeres compartiendo la vida, los sueños, la misión, desde nuestras diferentes culturas, lenguas, países.

 
Hemos vividos momentos de gozo, de alegría compartiendo experiencias  vitales, en un ambiente de apertura y dialogo expresando nuestras expectativas, deseos y proyectos.

El método utilizado fue a partir de nuestra propia experiencia vital, conocernos, tomar contacto con lo que somos, con lo que queremos, buscando el querer de Dios para cada uno/a. Hicimos la experiencia de estar atentos a nosotros/as mismos/as y tomar conciencia de nuestros sentimientos. Fueron  momentos de reflexión, oración, encuentros personales y grupales.

 La hermana Susana, nos ayudo a visualizar nuestro caminar vocacional desde nuestra misión concreta. Con estos elementos elaboramos nuestro proyecto de vida, imaginándonos cuál era el proyecto  de vida  de la Buena Madre Emilie, y recibiendo luz de sus experiencias.

Terminamos nuestro encuentro con una sencilla y significativa celebración comunitaria iluminado  con el texto bíblico de Juan 1, 29-41. Reflexionamos  sobre el discipulado de Jesús: así los y las Discípulas mayores: Edita, Andrés, Marluce, Lourde, Juana Benigna, Susana y Benedita, al igual que Juan Bautista nos dieron su testimonio de conocer a Jesús invitándonos a su seguimiento, nosotros como  Andrés y Simón Pedro compartimos nuestra experiencia  de estar mirando donde vive el Maestro. Esta celebración nos ayudó a comprender el Discipulado de Jesús donde algunos son discípulos/as mayores y y otros como nosotros/as discípulos/as jóvenes. 
 
Santa Cruz de la Sierra, noviembre, 2012